Ella usó mi cabeza como un revolver, sabía como hacerlo. Ella usó mi cabeza en un pedido desesperado mío, quería que lo haga, necesitaba que tire de las riendas que estaban tan flojas. Igual no tiene nada de malo dejarse llevar, lo feo es no hacerse cargo, echar la culpa a los demás. Estoy tan seco por dentro que ando repartiendo lástima por doquier. Y decían que era una buena persona, pero si hasta hay gente que hoy día lo sostiene. De nada sirve hoy hacerme el arrepentido porque es del saber popular que estoy fingiendo. Realmente he sometido la verdad, ya nada es igual.
No creerían las cosas que he hecho por ella (en vano).
me dejo un destello de angustia, pero esta muy bueno
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